Maquillista con diabetes tipo 1 conquista Hollywood


 2016-07-19

Mi nombre es Devin Dollface Alexis (Devin Whitman). Soy originaria de la ciudad de Nueva York. Durante los últimos tres años, he vivido entre Las Vegas y Los Ángeles para dedicarme a una carrera en el maquillaje para efectos especiales, arte corporal y artes visuales. Desde que me trasladé a Los Ángeles, he trabajado con celebridades y empresas como Kate Hudson, Goldie Hawn, Cee Lo Green, Jared Leto, Paramount Pictures y la compañía de producción Rabbit Bandini de James Franco.

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He vivido con diabetes tipo 1 durante 24 años. Fui diagnosticada a los 15 meses de edad, e inicié con insulina extraída de cerdo (R y L). Tuve que respetar muchas restricciones dietéticas, al igual que un horario muy estricto. Luego, me empecé a administrar las insulinas Humolog y Lantus. A los 10 años de edad, me cambié del LIJ Hospital al Columbia Noami Berri Center. Desafortunadamente, en medio de tantos tipos distintos de dietas, me realizaron pruebas y me dijeron que era celíaca, la insulina Lantus no me estaba haciendo bien. Aparentemente, me estaba administrando dosis tan altas que mi cuerpo se estaba volviendo inmune. Llegó a un punto en el que tomaba de 8 a 12 inyecciones más 60 unidades de Lantus y mi nivel de A1C sorprendentemente era de 15. Sin importar cuántas unidades de insulina me administrara, mi nivel de azúcar en sangre no bajaba de 300 mg/dL (16/7 mmol/L).

En el Hospital de Columbia, pasé por una serie de varias pruebas invasivas; luego, me dijeron que podría tener una cepa extraña de la diabetes en la que podría reducir el número de inyecciones y pasar a una terapia con hormonas. Esto resultó ser falso. Poco tiempo después, finalmente me hicieron la prueba de gastroenterología, la cual demostró que no era celíaca. Luego me volvieron a hacer pruebas de sensibilidad al gluten, y los resultados también fueron negativos. Por esta razón, anduve de hospital en hospital hasta encontrar un proveedor de atención médica que fuera el más adecuado para mí y que no quedara lejos de casa. Debido a que no tuvimos suerte, consideramos regresar a LIJ donde nací y crecí.

A pesar de estas complicaciones, seguía siendo tenaz en mi determinación por tener una carrera en el maquillaje para efectos especiales. Después de volar a Los Ángeles para trabajar en mi primera película para Universal Pictures en 2011, sufrí un ataque cardíaco debido a un episodio de CAD. Bajé más de 20 libras en cuestión de un mes, y también se me empezó a caer el pelo. Regresé a Nueva York para poder estar con mi familia de nuevo. Independientemente de la distancia que había de nuestro hogar en este punto, regresé al Hospital LIJ a fin de ser tratada.

Me sentí extremadamente derrotada y débil. Estaba débil físicamente y mentalmente derrotada. Caí en una depresión profunda, y lo único que quería hacer era dormir. La única opción que me quedaba, la cual había evitado cuidadosamente durante 20 años, era usar una bomba de insulina. Con mucha resistencia, finalmente cedí.

Usar la bomba Medtronic Minimed cambió mi vida radicalmente. Sentí como si hubiera vuelto a nacer y como si tuviera una renovada sensación de libertad. Los cambios fueron graduales, y a veces aún hay problemas con los sitios de infusión (que se enreden en las puertas y se infecten) pero en comparación a mi situación antes de la bomba, estaba viviendo una vida completamente nueva.

Tan solo tres meses después de empezar a usar la bomba, el huracán Sandy azotó la costa este de Estados Unidos. Debido a que vivía en Rockaway Beach (piensa en The Ramones), nuestro hogar quedó destruido. Nuestro apartamento del primer piso quedó sumergido en 2 metros de agua y todas nuestras pertenencias quedaron incrustadas de moho, aguas residuales y agua salada. No hubo forma de salir o entrar a la isla durante días y las personas estaban haciendo disturbios. Después de un breve período en el que viví en el auto con mi mamá y tres perros, nos trasladamos de vuelta a nuestra ciudad natal de Brooklyn. En nuestra nueva casa había vivido anteriormente un acumulador, así que aparte de todo, tardamos casi dos semanas y necesitamos de 6 hombres para limpiar la casa y volverla a pintar.

Debido a que el año anterior se me empezó a caer el pelo (se me caían mechones en la ducha, y ya podía ver parches de cuero cabelludo), había empezado a usar pelucas casi todos los días. Había empezado muchos tratamientos distintos: Nioxin, vitaminas, Biotin, aceite del árbol del té. Nada funcionaba lo suficientemente rápido. Adquirí mi primera peluca en línea, luego en una tienda de artículos de belleza. Como frecuentemente me sentía insatisfecha con la forma y la textura, yo me encargaba de personalizarlas.

Cuando poco a poco empecé a trabajar de nuevo, las mujeres constantemente me felicitaban por el estilo u opulencia de mi nuevo cabello. La mayoría de personas no sabían que mi cabello no era mío. Fue durante esta época que mi madre y yo pensamos en la idea de Dollface Wigs. El nombre Dollface (cara de muñeca) provino de un apodo que me pusieron en la escuela secundaria por mis “características como de muñeca”. Desde el lanzamiento, hemos estado presentes en varias sesiones fotográficas, desfiles de modas y tenemos una variada clientela de celebridades. Todos, desde drag queens hasta sobrevivientes del cáncer y demás usan las pelucas Dollface Wigs. Yo quería que otros se sintieran tan seguros como yo al llevar puesta una peluca, desde rubio natural hasta rizos de arcoíris.   

Dieciocho meses después del huracán Sandy y al trasladarnos a Brooklyn, la Cruz Roja finalmente nos contactó. Propusieron reubicarnos con el resto de nuestra familia en el oeste. Irónicamente, esto era algo que mi madre y yo habíamos estado considerando, pero para lo cual no teníamos financiamiento. Eso fue el jueves. Al lunes siguiente, lo que quedaba de nuestras pertenencias iban en un camión en dirección a nuestro nuevo hogar, Las Vegas.

Viví en Las Vegas a tiempo completo durante seis meses, y me fue muy bien con la bomba. Fue en ese momento cuando recibí dos llamadas que me cambiaron la vida. La primera fue de una compañía llamada PRIV, una aplicación que ofrece servicios de belleza al estilo de Uber. La segunda fue de un amigo productor que trabaja en Paramount Studios. Él me invitó a tomar un tour del sitio y empezar a acostumbrarme.

A partir de ahí, todo sucedió a la velocidad de la luz. Me convertí en profesional con PRIV, dirigí muchos de sus eventos en la Costa Oeste en los que hacía pintura corporal, tatuajes directamente sobre la piel, maquillaje para Halloween y eventos de belleza, como embajadora de marca y dando clases. Desde entonces, he trabajado para celebridades como Goldie Hawn, Kate Hudson, Jared Leto, Alessandra Ambrosio, los premios Grammy y más.

Al mismo tiempo, había enviado mi hoja de vida a Paramount y había recibido respuestas inmediatas de varias compañías de producción. En un giro (casi divertido) del destino, conocí a un productor del Dr. Phil Show en Starbucks (qué sorpresa) que me involucró en el Dr. Phil Show. Paramount desde entonces se ha convertido en mi segundo hogar lejos de casa.  

En el mismo marco de tiempo, me desperté un día y decidí que quería trabajar para James Franco y su equipo de producción. Me sentí atraída por la variedad de trabajo de películas independientes en el circuito de festivales por sus sociedades de filantropía. Tuve un sueño acerca de estar en el set con él, y preguntarle por mi bomba de insulina. Tuve esta extraña determinación de hacerme parte de su compañía de producción. Decidí entrar a las audiciones de actuación que se llevaban a cabo en su escuela de actuación Studio 4. Armé un kit completo impreso con mi hoja de vida, fotos y mi tarjeta de presentación. Luego decidí asistir a las clases gratuitas el fin de semana con la esperanza de repartir mis tarjetas de presentación. Funcionó.

Durante el último año, he trabajado con Studio 4 en varias películas internas de estudiantes, y más recientemente en Roxana, la cual fue adquirida por la compañía de producción de Franco, Rabbit Bandini.

Cuando se trata del control de la diabetes y trabajar en la industria del cine, la televisión y la moda, ha tenido que pasar un poco de tiempo para poder determinar qué funciona mejor en términos de la ingesta de alimentos e insulina. Los servicios de alimentos y bebidas no siempre son los mejores en el set; a menudo es un lujo poco común que existan opciones saludables.

Ahora llevo mi propia bolsa de emergencia con barras LARA, galletas de mantequilla de maní, galletas Wheat Thins, jugo de manzana, Gatorade y agua basada en electrolitos (Core). Esto normalmente me ayuda si me siento mal o tengo que comer algo entre una toma y otra. Llevo una cangurera al set para mi monitor de glucosa y la bomba de insulina, y así tengo un fácil acceso a ellos. Esto se combina perfectamente con el cinturón para mis pinceles de maquillaje.

A través de todo esto, estoy aquí para decirte que sigas a tu ser interior de manera implacable. Revisar los niveles de azúcar en sangre y explorar la nutrición son tus claves para todo. Lo más importante es el apoyo. La diabetes no es una enfermedad de una sola persona, y encontrar al equipo médico adecuado hará la diferencia. Está bien que hagas cambios hasta que encuentres a tu tribu.

Hubo días en los que pensé que iba a permanecer para siempre en una cama de hospital. Hubo otros en los que me sentía vacía. Pero nunca me rendí en mi búsqueda no solo de superar mis sueños, sino de establecer objetivos más altos y vivir la vida de manera genuina. Aunque es agridulce, me siento feliz por la diabetes Tipo 1 y la persona en la que me ha convertido: una adulta fuerte y segura con una tenacidad inequívoca.


Lee Ava August —Una estrella del pop en ciernes.

 

ESCRITO POR DEVIN DOLLFACE ALEXIS, PUBLICADO 07/19/16, UPDATED 01/24/23

Devin Dollface Alexis es originaria de Brooklyn, Nueva York, pero actualmente vive en la ciudad de Los Ángeles. Le gusta trabajar en el cine, hacer maquillaje y efectos especiales, hacer pelucas Dollface Wigs y cualquier tipo de arte, ser parte de St Martin's Animal Foundation y practicar senderismo por las colinas de Los Ángeles. Devin ha padecido diabetes Tipo 1 durante casi 25 años.