Las investigaciones muestran que los refrigeradores podrían estar destruyendo la insulina
Nota del editor: este artículo es parte de nuestra cobertura de la EASD 2018.
Nuevas investigaciones sugieren que la insulina con frecuencia se almacena fuera del rango de temperatura recomendado en los refrigeradores de los pacientes en casa, lo que podría afectar la potencia del medicamento. Los hallazgos se presentaron en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD, por sus siglas en inglés) en Berlín la semana pasada, y tienen amplias implicaciones para la comunidad de diabetes.
La insulina con frecuencia se compra por mayor y se almacena durante varios meses en casa antes de usarla. Las personas con diabetes Tipo 1 pueden colocar su insulina en el refrigerador y no volver a pensar en ella hasta que la necesiten meses más tarde. La insulina sin abrir debe almacenarse entre 2° y 8° Celsius, entre 36° y 46° Fahrenheit y así debe mantener su potencia hasta la fecha de caducidad. Una vez abierta, la insulina se debe mantener a temperatura ambiente (entre 15° y 25° Celsius, 59° y 77° Fahrenheit) y se puede usar hasta por 28 días.
Si se almacena incorrectamente, la insulina puede perder su potencia o volverse inefectiva por completo. Esto puede llevar a que dé hiperglucemias mientras se usa la insulina afectada, y a posibles hipoglucemias con el tiempo a medida que el paciente se reajusta a la insulina de “fuerza completa”.
La Dra. Katarina Braune de Charité de la Universitaetsmedizin de Berlin en Alemania y el Profesor Lutz Heinemann (Science & Co) trabajaron en colaboración con la compañía de salud digital MedAngel BV para investigar la frecuencia con la que la insulina se mantiene fuera del rango de temperatura recomendado.
En el transcurso de 16 meses, 388 pacientes con diabetes en los EE. UU. y la UE colocaron los sensores de temperatura de MedAngel junto a su insulina en el refrigerador o en su bolsa de diabetes. 315 de 400 registros de temperatura revelaron temperaturas que estaban fuera del rango recomendado. Eso quiere decir que el 79 % de la insulina no se guarda a la temperatura adecuada.
Los resultados fueron sorprendentemente peores para la insulina almacenada en el refrigerador que para la insulina que llevan los pacientes con ellos. La insulina almacenada en el refrigerador estaba fuera del rango de temperatura ideal en promedio 2 horas y 34 minutos al día, mientras que la insulina que transportaban los pacientes estaba solo fuera del rango de temperatura normal, un promedio de 8 minutos al día.
Potencialmente, el descubrimiento más significativo fue que muchos de los termómetros (17 %) registraron temperaturas de congelación, por debajo de 0 °C, 32 °F. Según ConsumerMedSafety, una vez que la insulina se ha congelado, debe desecharse inmediatamente. No debe utilizarse incluso después de descongelarse.
Laura Krämer, una farmacéutica de MedAngel recomienda almacenar la insulina en un recipiente hermético en el estante central. La insulina se encuentra en mayor peligro de congelación en el cajón para las verduras o en el estante superior, y es más probable que se sobrecaliente en la puerta debido al abre y cierre constantes. El lugar ideal para almacenar la insulina sería en un refrigerador secundario que se use con menos frecuencia, ya que el medicamento sufrirá menos fluctuaciones de temperatura.
Infórmate más sobre el almacenamiento adecuado, los termómetros y la insulina aquí.