¡El deporte te baja la glucemia!
Si tienes diabetes, seguro que habrás escuchado esta afirmación o directamente lo habrás comprobado por tí mismo. Pero déjame decirte, compañero, que esto no es siempre así. Y te voy a contar una historia personal porque seguramente te sentirás identificado con ella.
Mi diabetes
Tengo diabetes desde los 7 años, y a pesar de que nunca me ha detenido en nada de lo que he hecho, muchas veces me ha costado más tiempo de lo normal conseguir lo que me proponía.
Ahora se que era por el desconocimiento, no porque fuese imposible.
Cuando tenía 17 años, soñaba con tener el cuerpo ideal (es normal, a todos nos pasa). Siempre me ha apasionado el deporte y lo he practicado desde niño (fútbol, baloncesto, tenis, pádel, natación). Y cuando llegó la adolescencia me metí de lleno a darlo todo en el gimnasio.
Si, hice todo esto con diabetes (y sin sensores, bombas ni nada, ¡a pelo!). Pero, ¿cuál fue mi error principal con 17 años? Desconocer el efecto de los diferentes tipos de ejercicio antes de empezar.
Aprender de los errores
Y lo comprobé a lo bestia. Solía entrenar 3-4 días a la semana ejercicios de fuerza. Aquel día tocaba hombros (si, antes se entrenaba un musculo por día, vaya sinsentido). Estaba terminando el entreno y llegó un amigo que se acababa de apuntar y me dijo: Oye, ¿por qué no te metes en la clase de bodypump conmigo? (En esa época nadie sabía lo que era, ni yo, y mucho menos cómo afectaba a la glucemia). Uff..estoy un poco cansado, pero venga, seguro que no es nada. JA JA JA JA JA y más JA…
Terminé mi entreno (más rápido de lo que lo hacía normalmente) y me metí en la clase… No duré ni 15 minutos. Empezó la monitora con una intensidad brutal. Y yo comencé a sentirme fatal y marearme. Creía que era porque me estaba dando una hipoglucemia y me fui al vestuario a pincharme…y llegó mi sorpresa: ¡450 mg/dL de glucosa en sangre!
Aturdido, sin entender nada y unido al sobre entrenamiento, empecé a vomitar (agua, ya que eran las 8 de la noche y no había merendado) y ácido láctico ( el sustrato que se genera en los músculos cuando se hace ejercicio).
Cuando se me pasó pude entender que no todos los ejercicios, ni la intensidad ni la duración del mismo tipo de ejercicio, tienen el mismo efecto glucémico. Si no llega a ser por que soy una persona muy aplicada y me encanta el ejercicio (y estudiarlo, por supuesto), hubiese dejado de ir al gym aquel día. Pero decidí entender qué me había pasado, y me gusto tanto que hoy en día ayudo a cientos de personas con diabetes a que no les pase más algo así.
La explicación del endocrino
Cuando volví al endocrino me dijo que aquel suceso era fruto de una mala gestión de la insulina o las raciones. Como para nada fue así, comprobé durante una semana, con los medios que tenía (glucómetro), que no todos los ejercicios te bajaban la glucemia (pinchándome antes y después de entrenar). Que ya lo sabía, porque en los deportes de equipo es donde más evidente es, y cuando de pequeño jugaba a fútbol, dependiendo del tipo de entreno, la glucemia posterior era diferente, pero tuve que comprobarlo personalmente varios días seguidos y demostrárselo al endocrino.
Lo que la ciencia me ha enseñado
Luego la ciencia me dio la razón, y eso es lo que pretendo divulgar por todo el mundo. Por suerte, gracias a la ciencia, no tienes que cometer mi error de nuevo Por eso mismo soy diabetes coach. No solo tengo el conocimiento o los estudios, además lo he vivido y lo vivo en mi propio cuerpo todos los días.
Sabes que puedes contar conmigo y juntos hacer tu ejercicio conscientemente y adaptado a nuestras condiciones, ¡sin sustos!
