El rostro de la diabetes tipo 1 en los países en vías de desarrollo


 2016-11-03

Nota del editor: hasta 2022 han existido grandes lagunas en los datos sobre la incidencia y el impacto de la diabetes tipo 1 en todo el mundo. Con el lanzamiento del T1DIndex por JDRF, ahora sabemos que casi 25.000 personas viven con diabetes tipo 1 en Bangladesh, pero más de 38.000 otras personas aún estarían vivas hoy si todos tuvieran acceso a un diagnóstico oportuno, suministros vitales para la diabetes y educación sobre su manejo. Una persona joven promedio que es diagnosticada a los 10 años perderá 47,2 años de salud. A nivel mundial, un total de 3,86 millones de personas estarían vivas hoy si todos tuvieran acceso equitativo a la atención médica y las herramientas para el manejo de la diabetes. Visita T1DIndex.org para más información.


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Conoce a Tazul, un hombre joven de Bangladesh. Él tiene is 23 años y creció en  Gopalganj, un distrito del Río Modhumoti River. Gopalganj se encuentra en la regió sudeste del país y es considerada una de las localidades más pobres. Un cuarto de la población viven con ingresos debajo de la línea nacional de pobreza de $2 por día y las tazas de desnutrición infantil se ubican en 48% .

Tazul es como cualquier otra personas de 23 años de edad, a excepción de una diferencia significativa.

Cuando Tazul tenía 17 años, fue diagnosticado con diabetes tipo 1, una enfermedad que es manejable con el apoyo médico y psicológico adecuado. Sin embargo, al igual que muchos otros niños en el área, Tazul provenía de un entorno pobre, lo que significaba que no tenía acceso a los recursos necesarios para tratar su afección.

Como país con menos recursos, Bangladesh no cuenta con la infraestructura y las redes de recursos para apoyar, educar y manejar completamente la diabetes tipo 1. La diabetes es una afección de por vida y, la insulina esencial y los suministros adicionales necesarios pueden representar una proporción significativa de los ingresos de la familia. Dado que muchas personas en los países en desarrollo viven por debajo del umbral de la pobreza, innumerables niños no pueden tener acceso a una atención óptima y pueden enfrentar una esperanza de vida considerablemente más corta. En las ciudades más grandes, un niño que vive con diabetes tipo 1 tiene una esperanza de vida de alrededor de 20 años, pero en las zonas más rurales de África, es menos de un año. Al crecer con diabetes, los niños también enfrentan complicaciones debilitantes. El estigma social y la depresión subsecuentes pueden afectar las opciones laborales y las perspectivas de matrimonio.

La diabetes tipo 1 es una enfermedad constante e implacable. Equilibrar las mediciones de glucosa en la sangre con regularidad, las múltiples inyecciones diarias de insulina, las elecciones de alimentos saludables y la actividad física pueden ser muy exigentes. Los jóvenes quieren ser como sus compañeros, y la diabetes interfiere con la espontaneidad y la calidad de vida que disfrutan sus amigos. Para combatirlo, la clave son la educación y el apoyo adicional para los jóvenes, sus familias y los profesionales de la salud. La educación es el primer paso en el largo camino para reducir el estigma social y la discriminación hacia las personas con diabetes.

Cuando Tazul cumplió 19 años, dos años después de que le diagnosticaron diabetes tipo 1, se inscribió en el programa Life for a Child (LFAC, vida para un niño en español) de la Federación Internacional de Diabetes, una organización 501c (3) dedicada a salvar las vidas de niños y jóvenes (menores de 26 años de edad) con diabetes tipo 1 en países en desarrollo.

Con el apoyo de Life for a Child, Tazul pudo manejar y mejorar significativamente su nivel de HbA1c (un término que se refiere a la hemoglobina glicosilada, vital para los pacientes con diabetes) al recibir los suministros regulares, el apoyo y la educación que necesitaba. Recibe atención de un socio de Life for a Child , la Asociación de Diabetes de Bangladesh, uno de los más grandes y respetados de su tipo en el mundo. El bienestar general de Tazul también mejoró a medida que comenzó a sentirse más fuerte, física, mental y emocionalmente.

Hoy, Tazul puede disfrutar de la libertad de ser un hombre joven, cuya condición crónica ya no lo detiene de vivir una vida plena, feliz y saludable. Él participa activamente en teatro, política, trabajo social y otras actividades de voluntariado. De hecho, acaba de completar su maestría en el programa de literatura inglesa de la Universidad de Dhaka, la universidad más respetada de Bangladesh.

Imagínate lo que los restantes 115,000 jóvenes que aún necesitan insulina y suministros esenciales podrían hacer con sus vidas si pudieran manejar su diabetes tipo 1 adecuadamente.

Imagínate cómo es la vida de los miles de jóvenes que todavía necesitan insulina para ver otro día.

Imagínate la diferencia que puedes hacer. Únete a la lucha e infórmate cómo puedes ayudar.

Lee: Una sentencia de muerte — Cambiando las perspectivas de la diabetes tipo 1 en las naciones en desarrollo.


¿Deseas contribuir con el Fondo de acceso global de Beyond Type 1 para mejorar la ayuda para que las personas con diabetes tipo 1 reciban atención y suministros? Más información aquí.

 

ESCRITO POR DR. GRAHAM OGLE, PUBLICADO 11/03/16, UPDATED 04/12/23

El Dr. Graham Ogle es el Gerente General de la Federación Internacional de Diabetes Life for a Child. Graham se especializó en endocrinología pediátrica en Sydney antes de trabajar en Papúa Nueva Guinea y Camboya durante los siguientes 6 años. Fundó Life for a Child con el profesor Martin Silink en 2000. En 2013, la Asociación Americana de Diabetes le otorgó al Dr. Ogle el Premio Harold Rifkin al Servicio Internacional Distinguido en la Causa de la Diabetes.