Una foto evitó una visita a la sala de urgencias con peligro para la vida


 2023-03-17

Con diabetes tipo 1, el sistema inmunitario del cuerpo ataca por error al páncreas hasta que queda poca o nada de insulina. La insulina es la hormona que convierte la glucosa de los alimentos que consumimos en energía para el cuerpo. Sin energía, nuestros cuerpos comienzan a apagarse, lo que lleva a las señales de diabetes tipo 1.

Kathy Swigger, de Woodlands, Texas, compartió con Beyond Type 1 la historia del diagnóstico de diabetes tipo 1 de su hijo, enfatizando el poder de las redes sociales para generar conciencia.

Entender la diabetes tipo 1 

Supe de la diabetes tipo 1 por una amiga, Amy, que también tiene un hijo con diabetes tipo 1. Publicaba mucho al respecto en sus canales de redes sociales, compartía las señales de la diabetes tipo 1 y que puede confundirse con gripe o síntomas de crecimiento.

Diagnóstico de diabetes tipo 1

KATHY (IZQUIERDA) CON SU HIJO (DERECHA) – 2023

Mi hijo estaba a punto de cumplir 11 años en el verano. Acababa de pasar una semana con sus abuelos y cuando regresó, estaba exhausto. Esto era usual cuando íbamos a visitar a los abuelos, pero esta vez parecía prolongarse. Estaba cansado y tomaba mucha agua.

Mojó la cama una o dos veces, lo cual es inusual a los 11 años y antes no era un problema. Recordé las publicaciones de Amy y le envié un mensaje. Le dije: “No encuentro tu foto de la lista de señales de advertencia (de diabetes). ¿Me la podrías enviar?”

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Ella me envió la foto y todo concordaba. Le dije: “Estoy un poco preocupada”, y ella me dijo: “ve al médico y pídele que le haga un pinchazo de dedo”. En ese momento, no tenía ni idea de lo que eso significaba.

Lo llevamos al médico al día siguiente. Acabábamos de mudarnos a esa área, por lo que no conocíamos al pediatra. Cuando fue a hacerse el análisis de sangre, casi se desmayó y el médico no pudo completarlo. Nos fuimos del consultorio del médico sin respuestas ni indicaciones. Simplemente nos dijeron que volviéramos para el análisis de sangre más tarde.

Esa noche, Amy vino y me dio un medidor de glucosa en sangre. Me dijo: “Deberías medir su nivel”, a lo que respondí: “¡Ni siquiera sé cómo hacerlo!”. Recuerdo haberla llamado y dicho: “¿Qué se supone que debo hacer?” No teníamos idea de lo que significaba la lectura de glucosa en sangre. Cuando indicó 400 mg/dL, la volví a llamar y le dije: “¿eso es malo?” Me dijo que lo llevara a la sala de urgencias.

Cuando llegamos a la sala de urgencias, recuerdo que ni siquiera había completado el papeleo cuando nos llamaron. Cuando pasas antes que todas las demás personas que están esperando en la fila y no has terminado de completar el papeleo, ¡sabes que es una emergencia! Ese fue el comienzo de la historia del diagnóstico de diabetes tipo 1 de mi hijo.

Consejos de Kathy: no ignores las señales

Decíamos: “Sólo tiene sed. Sólo está cansado. Ha estado lejos de casa”. No ignores esas cosas, podría ser un gran problema. No quiero asustar a nadie y quizás no sea gran cosa, pero si le hubieran pinchado el dedo en el consultorio del médico, podríamos haber evitado tener que correr a la sala de urgencias a mitad de la noche.

Podríamos haber estado al borde de una cetoacidosis diabética (CAD), pero no llegamos a eso. No tuvo que estar en la unidad de cuidados intensivos y pasamos dos noches en el hospital.

Si ves las señales de la diabetes tipo 1 como Kathy, ve inmediatamente a un proveedor de atención médica para asegurarte de que tú o tu ser querido reciban tratamiento lo antes posible. El diagnóstico temprano de la diabetes tipo 1 salva vidas.

Ve las señales

Las señales de diabetes tipo 1 con frecuencia se confunden con una infección urinaria, las etapas de crecimiento en niños o adolescentes, diabetes tipo 2, un trastorno alimentario u otras enfermedades. Gracias a una amiga que compartió las señales en sus redes sociales, Kathy pudo hacer que diagnosticaran a su hijo de 10 años antes de que las cosas se volvieran peligrosas.

ESCRITO POR Liz Cambron-Kopco, PUBLICADO 03/17/23, UPDATED 03/30/23

Liz ha vivido con diabetes tipo 2 desde 2014, pero creció rodeada de ella como mexicoamericana de primera generación. A Liz le gusta la investigación y recibió un doctorado en biología molecular y dedicó los primeros años de su carrera a estudiar la señalización de la insulina en los invertebrados para comprender cómo funcionan los diminutos cuerpos de los insectos. Además de hacer activismo por las mujeres y las niñas en STEM, Liz comparte su experiencia personal con la diabetes en sus plataformas de redes sociales para ayudar a enseñarles a las personas a convertirse en sus propias activistas. Su pasión por el activismo la llevó a unirse al equipo de Beyond Type 1. Cuando no está haciendo activismo, a Liz le gusta ir de excursión con su esposo y Burberry, un cachorro mixto de terrier y schnauzer.