Recordatorios para seguir adelante: la diabetes, entrenar para un maratón y un doctorado


 2022-10-25

Nota del editor: Emily es miembro del equipo Beyond Type Run de 2022, un equipo de casi 50 personas que viven con diabetes tipo 1 que correrán el NYC Marathon (maratón de la ciudad de Nueva York) el 6 de noviembre de 2022. Tienen la misión de concientizar y recaudar fondos para la diabetes tipo 1. ¡Anima a Emily haciendo un regalo en su página de recaudación de fondos!


Hace más de 20 años, durante la estadía en el hospital donde aprendí a vivir con mi nuevo diagnóstico de diabetes tipo 1, me tomaron una foto en el jardín del hospital. Todavía tengo esas flores prensadas en un libro de recuerdos.

Tenía solo 4 años en ese momento. Era demasiado pequeña para comprender completamente las consecuencias de ese momento que cambiaron mi vida. Pero creo que este simple recuerdo captura el reto y la belleza de vivir con diabetes tipo 1, en el hospital, pero en un jardín de flores.

La diabetes ha dado forma a mi vida de incontables maneras, pero afortunadamente hay algunos aspectos positivos en medio de todo.

Mis años de apoyo y de formación

Tuve la suerte de tener padres que fueron diligentes y me apoyaron, no solo en el manejo médico de mi diagnóstico, sino particularmente en la búsqueda de mis objetivos, y a veces en contra de otros que creían que manejar mi diabetes sería demasiado para mí.

Otros dudaban de que pudiera perseguir logros académicos además del manejo diario de la glucosa (azúcar) en sangre, pero mis padres me alentaban. Querían asegurarse de que yo supiera que ser dependiente de la insulina no me detendría.

Si bien me enseñaron que vivir con una enfermedad que se maneja a diario no me define, ni me excusa, soy quien soy debido a la diabetes tipo 1 de muchas maneras. 

Asistir a un campamento de diabetes todos los veranos, convertirme en consejera y mentora para personas con diabetes más jóvenes y recaudar fondos para JDRF Walks to Cure Diabetes fueron cosas fundamentales mientras crecía.

Hace años me inscribí en un ensayo clínico en la Universidad de Iowa de medidores continuos de glucosa. En ese momento, ni siquiera podía ver los niveles de glucosa en sangre en tiempo real, sino que los investigadores recopilaron toda la información y evaluaron qué tan bien funcionaba el equipo al final del estudio.

Encontrar un propósito en las investigaciones médicas

Enfrentar estos retos médicos y beneficiarme de la investigación despertó mi pasión por la bioestadística. Después de aprender cómo el campo podría combinar mis intereses en matemáticas, medicina y ayudar a otros, me imaginé ayudando a realizar una investigación impactante en un entorno clínico.

Después de seis años de formación e investigación de doctorado, estoy encantada de haberme graduado recientemente con mi doctorado y haber comenzado un trabajo en bioestadística como miembro titular de la facultad.

Ahora tendré la oportunidad de trabajar en otros ensayos clínicos en curso como parte de mi trabajo. No podría estar más agradecida por cómo se dieron las cosas.

Es cierto que, como estudiante universitaria de primera generación, nunca imaginé que me convertiría en profesora. Sé que los retos que he superado y sigo enfrentando me han hecho más resistente y apasionada por marcar la diferencia.

Hoy en día, siempre uso con orgullo mi medidor continuo de glucosa Dexcom, generalmente en la parte posterior de mi brazo, donde se conecta a mi microinfusora de insulina en mi cadera. Juntas, estas son herramientas que utilizo para monitorear mis niveles de glucosa en sangre e insulina cada minuto de cada día.

A pesar de estos increíbles avances en investigación y tecnología hasta la fecha, la diabetes tipo 1 no se toma un solo descanso.

Medir la travesía en kilómetros

Realmente nunca me consideré una verdadera atleta, recuerdo claramente haber corrido mis primeros 1.6 km cronometrados en el bachillerato y preocuparme de que tal vez no pudiera completar las vueltas alrededor de la pista. Antes de la carrera, me senté en la oficina de la enfermera tomando jugo y comiendo refrigerios para elevar mis niveles de glucosa en sangre lo suficiente como para intentarlo.

Durante la escuela de posgrado, corrí mis primeros 10 km junto con mis compañeros de clase, principalmente en busca de un sentido de comunidad y la oportunidad de perseguir una meta física, en lugar de académica, durante los estresantes años de formación de doctorado.

Luego completé una media maratón, un logro mucho más grande de lo que jamás podría haber imaginado, tanto mental como físicamente (con una microinfusora de insulina rosa y todo).

Durante las carreras difíciles, me recordaba a mí misma cuánto había superado ya (incluyendo tomar el examen de admisión para cursos de postgrado y un mes seguido de estudiar para mis exámenes de calificación de doctorado) y que de hecho podía continuar.

Incluso ahora, después de escribir los agradecimientos de mi tesis y comenzar esta nueva etapa en mi carrera, reflexiono sobre mis experiencias y entrenamiento para este maratón para ponerme a tierra.

En los días buenos me recuerda que todo es posible, incluso ante una gran incertidumbre.

Ahora tengo la oportunidad de esforzarme aún más y concientizar sobre esta causa que aprecio mucho.

 

ESCRITO POR Emily Roberts, PUBLICADO 10/25/22, UPDATED 03/16/23

Emily persigue sus sueños como profesora asistente de bioestadística. Le diagnosticaron diabetes tipo 1 a los 4 años, lo que la puso en el camino hacia la investigación médica. Cuando no está investigando métodos estadísticos para ensayos clínicos o colaborando con médicos, le gusta pasar tiempo con su familia, bailar salsa, escuchar podcasts, tomar fotos en lugares hermosos ¡y decidir que podría intentar correr un maratón!