Mi maratón número 13, pero el primero con diabetes tipo 1
Nota del editor: Al es miembro del equipo Beyond Type Run 2022, un equipo de casi 50 personas que viven con diabetes tipo 1 que corrieron el NYC Marathon (maratón de la ciudad de Nueva York) de 2022 el 6 de noviembre. Tienen la misión de concientizar y recaudar fondos para la diabetes tipo 1 y la recaudación de fondos estará abierta hasta finales de 2022. ¡Felicita a Al haciendo un regalo en su página de recaudación de fondos!
En la primavera de 2021, a la edad de 57 años, mi enfoque era entrenar con mi esposa para The Ride to Conquer Cancer. El entrenamiento iba bien y estábamos bien encaminados para completar fácilmente el recorrido de 125 km.
Pero algo no estaba del todo bien.
Al principio, pensé que era por el entrenamiento o por una vieja lesión que volvía a atormentarme. Empezó con un hormigueo muy incontrolable y doloroso en los pies, lo que me dificultaba caminar. Tal vez solo necesitaba estirarme o tomar más agua, pensé, pero eso no parecía funcionar. Luego empecé a tener problemas con mis ojos. Tenía la vista borrosa y cada vez me costaba más concentrarme.
Por supuesto, solo pensé que me estoy haciendo mayor, por lo que quizás era hora de comprar gafas nuevas. El entrenamiento continuó, pero luego los efectos realmente comenzaron a afianzarse. Incluso en un paseo en bicicleta fácil, tenía dificultades y estaba demasiado débil para esforzarme más. Me dolían los músculos de las piernas y sentía como si estuvieran en llamas.
Cada día estaba más débil y delgado. En poco más de un mes perdí más de 30 libras. Mi ropa ahora me quedaba suelta y holgada y me había convertido en un muñeco de palitos. No fue hasta que mi esposa Janet y algunos otros señalaron la pérdida de peso que pensé que algo podría estar mal.
Después de una visita al médico y un análisis de sangre, estaba claro que la diabetes me había encontrado. El diagnóstico fue difícil de aceptar, tenía muchas cosas rondando por mi mente.
¿Por qué yo? Siempre he llevado un estilo de vida saludable y he sido muy activo. ¿Cómo continuaré haciendo todas las cosas que me gusta hacer? Desde una travesía con raquetas de nieve fuera de pista, canotaje, senderismo, ciclismo y, por supuesto, correr.
Siempre he sido ese tipo de persona: “mira, una montaña, veamos si podemos escalarla” o “me pregunto a dónde va este sendero, estoy seguro de que podemos remar hasta allá”. La aventura siempre está esperando.
Lidiar con mi nuevo diagnóstico
La diabetes no era completamente nueva para mí, y la idea de tenerla me asustaba. Mi papá tenía diabetes. Verlo luchar hizo que mi nuevo diagnóstico fuera mucho más aterrador. Desde los niveles altos y bajos de glucosa en sangre hasta la pérdida de una pierna debido a la mala circulación y la insuficiencia renal. Lo visitábamos mientras estaba en diálisis y el olor pútrido de la unidad renal es algo que nunca olvidaré. Lamentablemente, mi padre falleció hace unos años.
A lo largo de los años he tenido lo que algunos llamarían “sabotajes” o “barreras”, y siempre he encontrado la fuerza y el valor para luchar y superar esos obstáculos.
A los dieciocho años, cuando estaba destinado a ser el capitán de mi equipo de rugby, yo era un pasajero en un automóvil que perdió el control y cayó por un precipicio y resulté gravemente herido. A los treinta, sufrí una doble hernia discal en la zona lumbar. Recuerdo haber caído al suelo como un árbol en el bosque.
En mi juventud, me fracturé dos vértebras en el cuello jugando al rugby. En una ocasión, después de operarme la espalda, que fue lo más aterrador de todo, sufrí una embolia pulmonar. Siempre he logrado recuperarme y seguir adelante.
La idea de perder la pierna o tener insuficiencia renal no me atrae. Tengo mucho por lo que vivir y no estoy listo para tirar la toalla. He superado algunos obstáculos en mi vida y sabía que era hora de tomar el control y no dejar que la diabetes me venciera.
La educación es clave: cuanto más aprendas, más posibilidades tendrás de tenerlo bajo control y seguir con una vida activa.
Aprender a vivir con diabetes
Recurrí a Internet en busca de respuestas y ayuda. Hay algunos sitios web excelentes con una gran cantidad de conocimientos. Me alegró mucho encontrar el sitio web de Beyond Type 1, donde encontré algunas historias muy inspiradoras que me ayudaron a motivarme para seguir adelante.
Mi equipo de cuidado de la diabetes también fue muy útil y siempre estuvo ahí para apoyarme. Poco después de mi diagnóstico, mi equipo me recomendó usar un medidor continuo de glucosa (MCG), el Dexcom G6, y resultó ser fantástico. Saber dónde están actualmente mis niveles de glucosa y si tienen una tendencia a subir o bajar verdaderamente cambió las reglas del juego.
Luego vino mi microinfusora de insulina, la T-Slim con tecnología control IQ de Tandem Diabetes. Esta tecnología es genial, programable y fácil de usar. Al principio, fue abrumador, pero ahora, junto con mi Dexcom, estoy listo para conquistar el mundo.
Estoy muy agradecido por la ayuda y el apoyo de todos, especialmente de mi esposa, Janet. Sin ti, sería como un barco sin vela.
Este maratón es para ti, Papá, que en paz descanses.
