Ser un atleta de alto rendimiento y vivir con diabetes tipo 1. La historia de Jaime Ferrer
Hace 16 años me diagnosticaron con diabetes tipo 1, mi nombre es Jaime Ferrer, hoy en día tengo 19 años y vivo en el estado de la Florida. Nací en Puerto Rico pero he vivido toda mi vida en los Estados Unidos, mi familia ha sido muy enfática en mantener nuestra cultura, nuestro idioma y costumbres. Desde pequeño he practicado varios deportes, pero desde el 2014 me enfoque en el béisbol; este año es mi primera temporada de béisbol colegial en Florida State University.
De mi diagnóstico recuerdo poco, tenía apenas tres años, pero creo no tener una memoria negativa de esa experiencia. En mis recuerdos están presentes mi familia, mi vida “normal” y miles de aventuras normales para un niño de esa edad. Mis padres me dicen que tuve todos los síntomas clásicos de diabetes tipo 1, sin embargo, mis papás no conocían los síntomas. Mis abuelos paternos nos visitaron y mi abuela les dijo a mis papás que me veía delgado y ojeroso; mi mamá no dudo en llamar a nuestra pediatra y al mencionarle los síntomas que estaba presentando de inmediato le dijo a mi mamá que pensaba era diabetes tipo 1. Esa tarde me llevaron a urgencias y efectivamente ese fue el diagnóstico. Gracias a la pronta acción de mis padres y la experiencia de la pediatra (su hermana vive con diabetes tipo 1) no llegue a tener cetoacidosis y dentro de todo fue una corta estadía en el hospital.
La llegada del béisbol
Mis hermanos y yo somos muy activos, mi familia siempre nos mantuvo practicando algún deporte, jugué tenis por muchos años, pero una vez intenté el béisbol, me capturó. Mientras iba creciendo mi meta era siempre mejorar lo más posible y que mis talentos captaran la oportunidad de algún programa de béisbol colegial de renombre; así tendría la oportunidad de seguir mis estudios universitarios mientras sigo trabajando en mi juego. La meta de todo atleta es llegar a ser profesional; ahí estamos y seguimos trabajando cada día.
Las tecnologías y el deporte
Ser un atleta de alto rendimiento con diabetes tipo 1 es un gran reto, lo que mis compañeros de equipo toman por seguro, para mí es algo más para lo que tengo que organizarme. Comencé a usar bomba de insulina en el 2007, eso nos ayudó mucho a hacer ajustes durante juegos y prácticas, pero no fue hasta el 2012 que empecé a usar un medidor continuo de glucosa. Era mucho trabajo, pues mis papás hacían la función de mi páncreas basándose en la data que nos daba el MCG, siempre preparados y al pendiente de cómo se comportaba mi glucosa. Con el tiempo aprendimos a utilizar basales temporales, a modificar las dosificaciones de alimentos previo a juegos o prácticas, pero como sabemos en la diabetes tipo 1 no hay un plan perfecto y la diabetes es muy caprichosa. 
Hoy día uso una bomba de insulina inteligente que modifica mis basales y corrige para mantener mi glucosa en los rangos establecidos. Esto ha hecho el manejo más fácil, sobre todo durante juegos y prácticas; pero siempre hay que estar al pendiente. Siempre tengo conmigo carbohidratos de acción rápida y uso el perfil de ejercicios que mi bomba ofrece.
Servir de inspiración
Me gustaría que mi historia sirva de inspiración a otros niños y jóvenes con diabetes tipo 1, no importa qué sea lo que te apasione o quieras hacer: la diabetes no te detendrá. Sí, es mucho trabajo y habrá días en los que las cosas no saldrán como quieres, pero de ahí vamos aprendiendo. Aprender a incorporar la diabetes a nuestros gustos y estilo de vida debe ser nuestra meta final. La diabetes es tan individual como cada persona y si te apasiona el arte, trabaja para ser el mejor artista; aprende cómo tu cuerpo reacciona ante el estrés, emociones y ten tu plan listo para que puedas ser proactivo.
Te invitamos a conocer más de la historia y experiencia de Jaime en nuestro próximo TypeOneNation Summit de JDRF. Inscríbete aquí.
