Los retos de la adolescencia y trabajar por la diabetes. La historia de Elba.
Elba y su diabetes
Nací en Puerto Rico, “la Isla del Encanto”. Soy Nutrióloga (Nutricionista, así le dicen acá) Especialista en Educación y Cuidados de la Diabetes con 22 años de experiencia. Trabajo en múltiples áreas incluidas la prevención, manejo y tecnología incorporada en la diabetes. Llevo 15 años de experiencia trabajando con microinfusoras de insulina y más de 9 años con sistemas de monitoreo continuo de glucosa (sensores). Me gusta compartir con mi familia, preparar recetas bajas en carbohidratos, amo la naturaleza (cultivar flores y plantas), soy “pet lover” (amo a las mascotas, sobre todo los perros) y también me gusta mantenerme al día en mi área de profesión.
La diabetes tipo 1 llegó a mi vida a los 15 años, etapa de la adolescencia que tiene unas características particulares y que, de cierta forma, confundió un poco las señales que presenté en ese momento. En esa época no había los recursos que tenemos hoy en día pero con el apoyo de mi familia pude seguir adelante y alcanzar mis metas profesionales al completar mi grado en Nutrición y posteriormente una Maestría en Educación.
Profesión y diabetes
Trabajé como dietista en hospitales durante 6 años y allí vi cuan frecuente era que personas con diabetes fueran admitidos por diversos diagnósticos, entre ellos hiperglucemia severa. También, la posibilidad de ver a personas en clínicas externas me ofreció la oportunidad de trabajar con niños y jóvenes con diabetes tipo 1. La ausencia de educación en las personas se reflejaba en su cuidado y se podía notar cuan complicado se les hacía poder manejar su condición. Esto despertó en mí el interés en tomar la certificación y ser educadora en diabetes certificada en el 2008, ahora conocido como Especialista certificado en educación y cuidado de la diabetes (CDCES por sus siglas en inglés). Desde que me gradué como Nutrióloga he tratado de mantenerme actualizada y prácticamente no he parado de estudiar, tomando diferentes cursos y certificaciones de forma continua. En mi país soy la única Nutrióloga con la Certificación en Manejo Avanzado de la Diabetes (BC-ADM por sus siglas en inglés), esta certificación es un nivel mayor al CDCES, requiere maestría y experiencia específica, es más común en médicos y farmacéuticos en US.
Los retos de la adolescencia y la vida con diabetes
Uno de los retos fue que no había tanta información accesible para mí y mi familia, adicional, si mal no recuerdo, era la única en mi escuela con diabetes tipo 1. Mis niveles de glucosa, al momento de mi diagnóstico fueron 800 g/dl y esto, además de trabajar con un diagnóstico de diabetes tipo 1, me enfrentó también a lidiar con el efecto en mi visión, la crisis del CAD afectó mi ojo derecho causando en él estrabismo (el estrabismo consiste en una mala alineación intermitente o constante de un ojo que ocasiona que su línea de visión no apunte al mismo objeto que el otro ojo). Creo esto fue más difícil que la misma diabetes, esto si hablo de mis días en la escuela, pues se prestaba para burlas de parte de mis compañeros. Si lo hicieron no lo recuerdo, pero esa preocupación estuvo por unos meses hasta que me operaron y fue un alivio ya no tener esa dificultad. Recuerdo el momento de mi hospitalización por el diagnóstico, mis vecinos (mis amigos) me iban a visitar y tuve mucho apoyo de mi familia, lo cual me ayudó en el proceso de adaptación a los nuevos cambios. Gracias a mi familia pude manejar de una mejor manera la llegada de la diabetes a mi vida.
Los retos viviendo con diabetes y trabajando en el mundo de la diabetes
La diabetes me enseñó desde muy joven a tener más responsabilidades, a ser más fuerte y decidida; a ser más independiente. A veces pienso que si la diabetes no hubiese llegado… ¿Cual hubiese sido mi profesión? ¿Me llenaría de satisfacción mi trabajo como ahora? Pienso que la diabetes llegó para trazarme un mejor camino. Todo pasa por una razón. Como profesional de la salud, mi diagnóstico me ha hecho sobresalir por mi expertise y mis conocimientos, me ha ayudado a ganarme el respeto de médicos, enfermeras(os), farmacéuticos y otros profesionales de la salud, así como de padres de niños y jóvenes que al igual que yo viven con diabetes. Vivir con diabetes me hace ver ambos lados: el de la persona que vive con diabetes y el del profesional de salud, digo soy un combo. Trato de no olvidar ambos y la empatía es una de mis características como profesional de la salud. Creo es un requisito para poder trabajar con condiciones como la diabetes.
Un mensaje para nuestros lectores
Vivir con diabetes es una experiencia diferente para cada persona. De igual manera es una decisión individual si será una razón para ser mejores, para fortalecernos. Está más que comprobado que vivir con diabetes no es una limitación. Somos muchos los que hemos decidido demostrar que podemos vivir con diabetes y ser exitosos en nuestras respectivas profesiones desde la salud, el deporte, los negocios y otras áreas de desempeño. Vivir con diabetes no tiene que ser negativo, puede ser por el contrario una característica para ser exitosos. Sólo depende de cómo veamos esta condición, esta compañera de vida. La diabetes es mi campanera de vida y me ha ayudado a ser quien soy hoy en día, mujer exitosa, profesional de la salud, amiga, esposa y mucho más.
Sigue a Elba en sus redes sociales. Su web: www.diabetestuyyo.org y en Instagram
Te invitamos a conocer más de la experiencia de Elba en nuestro próximo TypeOneNation Summit de JDRF Inscríbete aquí.
